Cotización a cargo del trabajador
Hoy, después de más de 40 años, la izquierda ha logrado posicionar que la cotización adicional debe ser a cargo del empleador, lo cual permite que esa cotización no sea de propiedad del trabajador ni heredable, e inclusive ser administrada por el Estado.
Si la oposición quiere resguardar la propiedad y heredabilidad de la cotización adicional, lo que debe defender es que el aumento de cotización sea a cargo del trabajador, lo cual resguarda a la cotización adicional tal cual como se ha logrado por más de 40 años con el 10% de cotización actual, además de alinearse con las encuestas.
Eduardo Jerez Sanhueza
El flagelo de la informalidad
La encuesta suplementaria de ingresos de los ocupados (ESI-2022) no hace más que evidenciar el estancamiento del sector productivo nacional y la consecuente debilidad del mercado laboral para generar empleos de buena calidad. En ella destaca que el 50% de los ocupados percibe ingresos por debajo de los $502.604, con una caída del ingreso medio real (pérdida del poder adquisitivo del salario promedio de los ocupados) y un aumento de la brecha de género que se estimó en un 21,7% en desmedro de las mujeres. Todo esto acompañado por un crecimiento de los trabajadores por cuenta propia (independientes) que presentan el menor ingreso mediano con $301.552 y donde también las mujeres perciben los menores ingresos con solo $201.041.
Claramente, estamos frente al flagelo de la informalidad laboral y, por ende, de la precariedad del trabajo, que tiene su máxima expresión en los nuevos microemprendimientos, que se están generando más bien por necesidad que por oportunidad, liderados fundamentalmente por mujeres con cerca de un 60% del total, según la última Encuesta de Microemprendimiento del Ministerio de Economía (2022).
Guillermo Riquelme, académico Facultad de Ciencias Sociales Universidad Autónoma
Riesgos del parto domiciliario
Si bien en nuestro país no existen cifras oficiales sobre el número de partos que se realizan en la casa, un informe reciente elaborado por Maternas, asociación gremial de matronas, estima que más de 1.000 mujeres tuvieron a sus bebés en el hogar, entre los años 2010 y 2022, con una tendencia al aumento en los últimos años. Esta cifra nos debe llamar a la reflexión y es inevitable que nos detengamos a considerar cuáles son los riesgos.
Hay evidencia que muestra que estos partos están asociados con menos intervenciones como episiotomías, anestesia epidural, partos instrumentales y cesáreas en comparación con los partos en hospitales. Sin embargo, tienen un mayor riesgo de resultados perinatales adversos evitables tanto para los casos considerados de bajo riesgo obstétrico como los de alto riesgo. Un estudio reciente en Estados Unidos demostró tasas 4 veces más altas de mortalidad neonatal en todos los partos planificados en el hogar. Estas mayores tasas se deberían a varios factores, como la falta de criterios estandarizados para excluir partos de alto riesgo de esta práctica y el hecho de que muchos de los equipos de salud que se dedican a los partos domiciliarios no tienen todas las competencias certificadas para atención de complicaciones obstétricas que puede ocurrir incluso en pacientes de bajo riesgo.
Es importante informar a las pacientes embarazadas interesadas en partos fuera del hospital sobre los mayores riesgos asociados como parte del proceso de consentimiento informado. Se debe brindar un fuerte apoyo a los partos en hospitales para todas las pacientes, especialmente aquellas con riesgos más altos, favoreciendo a su vez la autonomía y personalización del parto.
Sebastián Illanes, Clínica Universidad de los Andes