Infraestructura hídrica
Mucho revuelo ha causado en las últimas semanas algunas publicaciones que señalan la fuerte arremetida de Perú en materia agroalimentaria. Incluso se ha asegurado que en pocos años más ese país superará las exportaciones chilenas en ese ámbito.
Así, se torna relevante analizar cómo se retoma el dinamismo del sector agrícola nacional, algo debilitado en los últimos años (sólo un 3% del PIB), pero clave en la generación de empleo (9% de la fuerza laboral) y arraigo en el territorio. Para ello, es fundamental abordar el tema de la infraestructura hídrica para enfrentar la emergencia e incorporar nuevas tierras que permitan que Chile se transforme en una potencia agroalimentaria.
La continua baja de las precipitaciones, alzas de temperatura, disminución de caudales y derretimiento de los glaciares ha expuesto al sector silvoagropecuario a un déficit hídrico por más de 10 años.
Esto tiene como consecuencia una de las sequías más prolongadas, extensas territorialmente y severas de las que se tenga registro. En esta línea, además de mantener los esfuerzos por una buena administración del agua disponible, y optimizar su uso a través de riego tecnificado en nuevas hectáreas, debe retomarse la inversión en embalses multipropósito que permitan atender la demanda hídricade la población, la del sector agrícola tradicional y, eventualmente, en la zona centro sur del país, al desarrollo de nuevos valles.
Junto con ello, hay que profundizar las inversiones que se realizan para mejorar los sistemas de distribución de agua, incluyendo telemetría, revestimiento y entubado de canales; optimización de trazados de canales; sistemas de inyección de agua para recarga de napas y construcción de pequeñas y medianas obras de almacenamiento de agua. También se puede pensar, por qué no, en fórmulas más innovadoras, como impulsar la construcción de nuevas plantas desaladoras de la mano de la asociación público-privada. Aquí hay una gran oportunidad.
Ante una crisis climática que no da tregua, tenemos que ser creativos para ampliar nuestros horizontes agrícolas.
Carlos Cruz, director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura
¿Desde la inmersión al bilingüismo?
De moda en ámbito académico, como promoción de una segunda lengua, inglés para ciencia y tecnología, o la revitalización de una lengua originaria. Algo le ocurre al cerebro-mente en el desarrollo comunicativo bilingüe. En el campo de la "sociolingüística de la comunicación", la habilidad para hablar varias lenguas se le conoce como "multilingüismo" y la de hablar dos lenguas es "bilingüismo" pero con fluidez. Poder leer algo en otra lengua, no es bilingüismo.
Hay varias formas de llegar a ser bilingües. Quien habla dos lenguas desde el nacimiento es "bilingüe simultáneo" y quien aprende/adquiere otra lengua (L2), en la vida cotidiana o en el sistema educativo, separada o paralela a su lengua materna, es "bilingüismo secuencial".
El campo de la psicolingüística ha aportado mucho al desarrollo de investigaciones sobre el "desarrollo bilingüe", sin embargo, poco se conoce siendo las nociones de "adquisición" y "aprendizaje" importantes en metodologías de enseñanza. La primera se refiere a la situación de la lengua materna la que el niño(a) construye gradualmente, por simple "exposición" al sistema lingüístico. La capta por el grado de contacto con el ambiente verbal. Hablar y entender son el resultado de un proceso natural. En el "aprendizaje"-en cambio - la lengua se construye mediante procesos pedagógicos conscientes, en situación formal de enseñanza o "clase".
Son varios los procesos involucrados en el desarrollo bilingüe a tener en cuenta como: influencia recíproca entre L1/l2, "interferencia", "interlengua", "conciencia fonológica", "mezcla y cambio de código", "sistemas aproximativos", "lengua primaria/lengua meta".
Así, surge el "derecho a ser bilingüe" pero ¿disponemos de las metodologías de enseñanza para promoverlo? ¿La actitud/aptitud favorable hacia L2? y la responsabilidad de quienes la aprenden y/o la ofrecen. ¿Se puede hablar de programa de inmersión, entonces? Digo en relación al mapudungun.
Omer Silva Villena, profesor y lingüista