Frases
"Cuesta creer que alguien no esté de acuerdo en que todo ser humano es persona, más aún siendo de derecha…"
Arturo Squella
Presidente Partido Republicano — Por votación de Chile Vamos
— en Consejo Constitucional sobre — artículo rechazado"Cuesta creer que alguien no esté de acuerdo en que todo ser humano es persona, más aún siendo de derecha…"
Arturo Squella
Presidente Partido Republicano — Por votación de Chile Vamos
— en Consejo Constitucional sobre — artículo rechazadoUno de los productos más consumidos durante las celebraciones de Fiestas Patrias es la carne, que se usa como insumo para la mayor parte de las preparaciones de estos festejos. De ahí que es sumamente importante saber escoger bien lo que se consume, a fin de asegurar la inocuidad de los alimentos. Ello porque comer carnes en mal estado puede tener complejas consecuencias para la salud.
Una de las principales características en las que hay que poner atención antes de comprar el producto es en su procedencia. La recomendación de las autoridades de Salud es que sea adquirirla solo en el comercio establecido, como supermercados o carnicerías, donde se asegure la correcta trazabilidad del producto, desde su faenamiento hasta la disposición final ante el consumidor. A ello hay que agregar las características propias de una carne en perfecto estado, como su color, que en el caso de la carne de vacuno es rojo brillante, si es que se compra fresca, o rojo púrpura si es envasada al vacío. La carne de aves es blanquecina con tonos azulado. En tanto, la carne en mal estado por lo general presenta un color verdoso y se le nota limo en la superficie.
El olor también permite saber sobre su estado. Un mal olor, a descomposición o rancidez, indica que esa carne no está apta para el consumo. Ahora, en el caso de carnes al vacío, estas poseen un olor característico, suavemente ácido, lo que ocurre a causa de bacterias ácido lácticas e indica que la carne fue envasada correctamente. Este olor desaparece al cabo de unos minutos.
La presencia de limo en la superficie o cambios en la textura de la carne, en donde esta se vuelve viscosa, es una clara señal de que las bacterias han comenzado a multiplicarse en este alimento, por lo que debe descartarse. A esto se agrega, claro está, el consumo moderado de alimentos, evitando los excesos.
La delicada situación de la salud en Chile tiene a las aseguradoras privadas a la espera de la aplicación de fallos que harán aún más complicada su situación financiera, a las clínicas privadas reclamando millonarias deudas del Estado y a Fonasa sumando más afiliados, pero con sus históricos problemas de gestión. El número de personas en listas de espera y de suspensiones de cirugías subieron respecto a 2022 y miles de chilenos fallecen esperando ser atendidos. Dado que el sistema de salud privado brinda una alternativa a Fonasa y los hospitales estatales, es fundamental que el poder Ejecutivo y el Congreso Nacional encuentren mecanismos para dar viabilidad al sistema de salud privado para luego emprender una necesaria reforma a la salud que permita que todos los chilenos accedan a una atención oportuna. Recientemente los prestadores privados han denunciado ante el Senado una serie de impagos por parte de Fonasa y distintos servicios de salud, lo que totalizarían cerca de US$450 millones . Algunas de dichas deudas ya se han judicializado y se suman a las deudas que las Isapres mantienen con las clínicas producto de los problemas financieros que las aseguradoras acarrean . Esta situación viene a complejizar aún más la difícil situación de la salud en Chile. Por una parte, las Isapres deben hacer frente a dos fallos judiciales de la Corte Suprema: uno por el uso de la tabla de factores de riesgo y otro por el reajuste de los precios de las primas GES que incrementarán sus pasivos y disminuirán sus ingresos. A ello se suman las históricas pérdidas en los últimos años (las Isapres abiertas acumularon entre 2021 y 2022, pérdidas por US$360 millones) y que, pese a las utilidades anotadas en el primer semestre, es probable que a fin de año se repitan las pérdidas, ya que los resultados operacionales siguen siendo negativos. En tanto, el número de afiliados a Fonasa subió en casi 410 mil personas entre diciembre pasado y julio, según datos de la entidad. Sin embargo, el alza de afiliados de Fonasa no es una buena noticia, ya que la calidad de la atención que reciben sus afiliados dista de ser la adecuada. Y esto es algo en lo que los usuarios parecen coincidir: el 67% de las personas que se cambió de Isapre a Fonasa lo hizo por el "elevado costo del plan de Isapres" o "porque la situación laboral y económica no le permite seguir pagando". No por estar buscando un mejor servicio. Teniendo a la vista este contexto, vale la pena resaltar una serie de datos recientes respecto a la gestión de Fonasa que dan cuenta de sus debilidades y refuerzan la idea que mantener y perfeccionar el sistema mixto de provisión de aseguramiento en salud -cuyos antecedentes en nuestro país datan de a mediados del siglo XIX - es una condición necesaria para que los chilenos podamos acceder a una mejor atención. La gestión de la salud estatal está lejos de ser óptima, pese a los avances en la disminución de los tiempos de espera. Esto vuelve a poner en relevancia la importancia del rol del sector privado de la salud para entregar una atención de calidad a los chilenos. Lograr dar sustentabilidad a las aseguradoras privadas de salud y, en el caso de quienes son afiliados a Fonasa, de mantener la red de prestadores privados que les permite acceder a una atención más oportuna a través la modalidad de libre elección, se vuelve esencial ante la gestión de la salud estatal que suma afiliados, pero cuyos indicadores empeoran. Dejar atrás los problemas que ha generado la incerteza jurídica y los efectos de la pandemia del Covid-19 (aumento de gasto en licencias médicas, congelamiento de precios) en las Isapres y los prestadores es el primer paso necesario para prontamente poder avanzar en un sistema de salud que se haga cargo de las debilidades del actual: escasa competencia (por preexistencias y dificultades para comparar los múltiples planes ofrecidos), débiles incentivos al control de costos, judicialización y los problemas de gestión de la salud estatal.