El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó un informe sobre la ocupación agropecuaria, en la que, según la Encuesta Nacional de Empleo, en el trimestre julio - septiembre del presente año, la región experimentó una caída del 18% en doce meses, con respecto a la cantidad de personas empleadas en la agricultura, lo que equivale a 4 mil 995 personas menos trabajando en dicho rubro, comparado al mismo período del año pasado.
El INE, además, informó que del total de las personas ocupadas en Ñuble, que totalizaron 207 mil 150, 22 mil 549 trabajan en agricultura, teniendo una participación en el mercado laboral del 11% aproximadamente. Respecto a la ocupación en el mismo sector, según sexo, existen 3.467 mujeres trabajando en el rubro, teniendo una participación de solo el 15%, con una negativa variación anual respecto al 2022 de casi el 22%, que representa una baja en comparación al año pasado.
Mientras que los hombres que trabajan en agricultura corresponden a 19.082, teniendo una participación en el mercado laboral en ese rubro del 85%, sin embargo, también experimentó una variación del -18% respecto al mismo periodo que el año pasado.
Alfredo Schmidt, integrante de la Asociación de Agricultores de San Carlos, referente al resultado de las cifras, manifestó que estas obedecen a una sumatoria de factores, entre ellos el clima y la incertidumbre política y social, además de la situación económica que atraviesa el país. "Todos sabemos que este año tenemos una pérdida gigantesca en cerezas, tendremos abortos frutales y en berries; todo esto afecta directamente la mano de obra de la agricultura, que anualmente se crean 1 millón de empleos en este rubro. Toda incertidumbre afecta directamente a la economía", dijo.
René Sanhueza, agricultor de Cerezos de Queime, agregó que "la baja que existe en el desempleo agrícola, sobre todo en la zona de Quillón, es porque antes se cosechaba mucha cereza corazón de paloma, y se vendían a un muy buen precio y las compraban una industria de Curicó, la cual dejaron de comprarnos hace unos 3 años, lo que provocó una merma importante en la contratación de personas", ejemplificó el productor. Sanhueza sostuvo que la agroindustria se inclinó por comprar cerezas de descarte de exportación que se comenzaron a comercializar a un menor valor. "No hay precio y la obra de mano es muy cara, el año pasado nos cobraban $25 mil pesos el día y ahora se piensa que podría llegar a uno $80 mil pesos el día en la cosecha de cereza", indicó.
Estacionalidad
Referente a la estacionalidad y decaimiento que está experimentando el sector agrícola, Luis Sánchez, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores Ñuble (CUT), dijo que "es muy lamentable la situación, porque las familias de Ñuble en su mayoría dependen de esta temporada de trabajo con la cual juntan el sustento anual y, lamentablemente, ante el anuncio que hicieron anticipadamente los agricultores, no se tomaron las medidas necesarias para enfrentar esta disminución en el empleo, la cual por supuesto va a seguir engrosando la cifra de cesantía magras que tenemos en nuestra región".
En cuanto a las medidas para paliar o revertir esta situación, el secretario general de la CUT manifestó que "pasan primero por una reconversión a los trabajadores con capacitación especializada en otras áreas, ya sea en el tema del comercio, turismo, gastronomía u otras que pudieran ser atractivas para que el trabajador pudiera a través de su iniciativa propia generarse un puesto de empleo que le sirva para su subsistencia".
Con la finalidad de conocer medidas que se han implementado para revertir la estacionalidad, este medio intentó tomar contacto con el seremi de Agricultura, lo que no fue posible durante la jornada de ayer.
"La mano de obra e muy cara, el año pasado se cobrara $25 mil el día, ahora se habla de $80 mil el día de cosecha".
René Sanhueza, Agricultor de Queime