El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSC) advirtió ayer a Israel que debe tomar "todas las precauciones posibles para proteger a civiles", tras el ataque de sobre un campo de desplazados de Rafah que dejó por lo menos 45 muertos, incluidos mujeres y niños.
"Israel tiene derecho a perseguir a Hamás, y entendemos que este ataque mató a dos terroristas de alto rango", afirmó a Efe un vocero del NSC, quien matizó que, pese a ello, el Estado judío debe actuar con cautela para no arriesgar la vida de civiles.
Además, desde el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. calificaron las imágenes tras el bombardeo israelí que provocó la muerte de "decenas de palestinos inocentes" como "devastadoras" y "desgarradoras".
La cifra total de fallecidos en Gaza alcanzó los 36.050, 45 de ellos en el ataque contra el mencionado campo de desplazados de Rafah, según el Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás.
Asimismo, el NSC dice estar "trabajando activamente" con las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y socios sobre el terreno para "evaluar lo ocurrido", pero les consta que las autoridades hebreas ya "están llevando a cabo una investigación" sobre lo sucedido.
Una posición también sostenida por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se refirió a la muerte de civiles en el campo de refugiados como un "trágico percance" que ya están investigando, indicó en una audiencia hoy en la Knéset (Parlamento israelí) con familias de rehenes sobre la guerra en la Franja de Gaza.
"Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia", agregó.
Rafah, al sur del enclave palestino, continúa en el foco de la ofensiva israelí a pesar de la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), emitida el viernes, para la detención "inmediata" de la operación en dicho territorio, pero este último ataque desencadenó una nueva oleada de reacciones que piden el cese de las hostilidades.
Cerca de un millón de personas han huido de Rafah, la mayoría hacia el oeste -a las playas de Al Mawasi- donde se encuentran hacinados y sin servicios de salud o agua potable.
Reacciones
La comunidad internacional fue contundente al condenar "horrorizada" el ataque israelí, según expresaron desde la UE hasta la ONU, que exige una investigación del bombardeo.
La organización islamista Hamás, que dio pie a la guerra tras un ataque terrorista masivo el pasado 7 de octubre sobre territorio israelí, llamó a la población palestina a "escalar las actividades públicas de rabia y presión para parar la agresión y la guerra genocida" tras el último bombardeo israelí.
Por otro lado, Egipto y Qatar, claves mediadores para una tregua en Gaza, condenaron el ataque y mientras El Cairo lo tildó de "deliberado", Doha mostró su inquietud de que "complique los esfuerzos" para una pausa humanitaria.
Los países de la Unión Europea acordaron solicitar una reunión del Consejo de Asociación UE-Israel para abordar con ese país el respeto de los derechos humanos; y la Unión Africana (UA) exigió que la orden de la CIJ que obliga a Israel a detener su operación militar en Rafah "se aplique urgentemente". "El Estado de Israel continúa violando el derecho internacional con impunidad y despreciando el fallo", señaló el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat.
Los gobiernos de España, Alemania y francia, entre otros, condenaron el bombardeo en Rafah, que fue calificado como "masacre", y organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) y la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) hablaron de "una noche sangrienta" y "aterradora". El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, alertó por su parte de que "no hay ningún lugar seguro en Gaza".
