Expertos y comunidad analizan el uso y efectos de celulares en el aprendizaje
EDUCACIÓN. A nivel local, según Mineduc, no se registran recintos que hayan prohibido teléfonos.
El uso de celulares y la exposición a pantallas se han tornado una materia de debate en el país, sobre todo en el rubro educativo, a raíz de los alcances que los dispositivos causan en el aprendizaje de los menores. En el caso local, desde el Ministerio de Educación, consultados al respecto, respondieron que existe una mirada para regular el uso de los dispositivos y así contribuir al aprendizaje de los estudiantes. Eso sí, desde la secretaría regional del ramo, descartaron que existiese algún establecimiento de la región que haya prohibido su uso en los recintos educativos.
El seremi de Educación, César Riquelme, ante estas inquietudes, sostuvo que en "relación al uso de celulares en las escuelas y liceos de la Región de Ñuble, primero hay que entender que todo proceso que pasa en la escuela tiene que tener un potencial formativo. Entiendo que es importante que haya una regulación del uso de los celulares".
Además, enfatizó en que la mirada desde la seremi es "que las tecnologías siempre han sido eruptivas, en relación a los ambientes a como uno estaba acostumbrado. Así como fue el uso de la calculadora cuando fueron introducidas. Se habló del impacto negativo que iban a tener en lo que es el proceso de aprendizaje de las operaciones matemáticas, pero más tarde, las calculadoras se integraron en el proceso de aprendizaje, así como lo hicieron también los computadores", dijo. "No conozco ningún proyecto educativo que haya planteado prohibir su uso (…) El uso de celulares de manera inapropiada durante el desarrollo de las clases es algo que tiene que estar regulado", añadió la autoridad regional.
Según el experto Jaime Fauré, académico de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello, estos dispositivos proporcionan acceso a una amplia variedad de recursos educativos, que van desde aplicaciones de aprendizaje hasta videos y libros electrónicos, lo que puede enriquecer la experiencia en las aulas y, más importante aún, fuera de ellas. "Además, el manejo de dispositivos digitales desde una edad temprana ayuda a desarrollar habilidades digitales cruciales para el futuro, como la navegación en internet, el uso de aplicaciones diversas y la valoración crítica de contenidos. En definitiva, las tecnologías son clave, ya que ayudan a configurar una nueva ecología en la que cada niño puede ir adaptando sus necesidades y objetivos de aprendizaje a sus intereses y experiencias. Es decir, la tecnología es clave para conseguir la personalización del aprendizaje".
Sin embargo, el uso excesivo de pantallas puede tener efectos adversos en la salud física y el desarrollo social y emocional de los niños, sostuvo el experto. "Problemas de visión, fatiga ocular y problemas en la postura son algunos de los riesgos físicos que pueden estar asociados. Además, el tiempo excesivo frente a las pantallas puede ser contraproducente, ya que disminuye las interacciones cara a cara, lo que puede afectar negativamente el desarrollo de habilidades socioemocionales. Las pantallas también pueden ser una fuente de distracción, dificultando la concentración en las actividades. Y, por si todo esto fuera poco, sin supervisión adecuada, pueden exponer a los niños a contenidos inapropiados o peligrosos", destacó Fauré.
Opiniones sobre su uso
La profesora de Filosofía y magíster en Educación, Marcela Pérez, consultada al respecto, explicó que si bien el uso de dispositivos tecnológicos contribuiría al aprendizaje, también se prevén "efectos sumamente negativos. Se suele hablar del acompañamiento de las familias y los tutores en el proceso de crecimiento y aprendizaje de los niños, pero el gran problema, es soslayar el incorrecto y perjudicial uso que se registra, sobre todo, en adolescentes. Es justo también decir que así como se expone sobre los beneficios de la tecnología, existen otras experiencias, más bien asociadas a estudios de salud mental, que, tras evidencia comparada y experiencias en sistemas educativos, al restringir el uso de los celulares, se presentan mejores condiciones en cuanto a la conducta individual de los estudiantes, lo que se traduce en un mejor rendimiento y convivencia escolar. Esto, contribuye también a la labor docente".
La presidenta de la Asociación de Apoderadas y Apoderados de Chillán, Verónica Llanos, llamó a que sean los propios establecimientos educacionales los que decidan qué decisión tomar al respecto.
"Es un tema muy importante, que hemos conversado mucho. Sabemos que es un elemento distractor en horarios de clase, sin embargo, sí creemos que deben decidir los propios establecimientos educacionales a partir de una reflexión colectiva con las comunidades, escuchando a los apoderados, a los docentes y a los estudiantes, y adecuándose al contexto de la realidad de cada colegio. Se deben tomar las mejores medidas que les permita avanzar en los aprendizajes de los niños", recalcó.
Asimismo, el académico Jaime Fauré se refirió a algunas estrategias que deben utilizar los padres, explicando que "para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos de la tecnología, es fundamental que los padres y los profesores supervisen el uso de pantallas, fomenten el uso de contenidos educativos de calidad, establezcan límites de tiempo, y promuevan pausas y actividades alternativas".
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