El mercado de viviendas en la ciudad de Chillán está experimentando un marcado deterioro. La relación entre el déficit habitacional y la oferta de viviendas disponibles para su venta puede parecer contradictoria, pero esta brecha se explica por el precio y la capacidad de financiamiento de las familias. La debilitada situación económica de la región de Ñuble y del país, junto con la alta tasa de interés provocada por los retiros de fondos de pensiones y su efecto inflacionario, ha hecho casi imposible que muchas familias accedan a la vivienda. Resulta insólito que, a pesar de las graves consecuencias, algunos parlamentarios sigan proponiendo un séptimo retiro de fondos de pensiones.
Actualmente, hay 47 proyectos de viviendas a la venta en Chillán, con una oferta total de 3.939 unidades, de las cuales 1.289 están disponibles para la venta (33% de la oferta total). De estas, 431 son casas y 858 son departamentos. Los meses necesarios para agotar el stock son de 10 y 13 meses, respectivamente. El mercado se ha ajustado y prácticamente no hay nuevos proyectos en etapa de inicio de obras debido a las dificultades de financiamiento.
Desde octubre de 2019, los permisos de edificación han disminuido considerablemente, situación que aún no se ha revertido.
Las rentabilidades por arriendo de departamentos oscilan entre el 3,9% y el 4,47% anual, mientras que para las casas van del 2,9% al 5,6%. Los promedios de rentabilidad anual se sitúan en 4,19% y 4,32%, respectivamente. Los valores de los arriendos fluctúan según su tipología y ubicación, y se aprecia una leve tendencia a la baja en términos de UF/mt2. Sin embargo, los valores de los arriendos de casas tienden a subir, mientras que los de departamentos han disminuido en el último año. Los días de permanencia para el arriendo están en torno a 37 días para ambas tipologías. Estas bajas rentabilidades no justifican la alta inversión y el riesgo asociado como el de no pago y los propios del activo fijo, exacerbado además por el impuesto a la renta que afecta a los arriendos. Esta realidad ha debilitado la demanda por comprar de parte de los inversionistas y reducido la oferta de arriendo, lo que, junto al impuesto, ha elevado sus precios.
Enfrentamos serios problemas de déficit habitacional, bajos niveles de construcción y un alto desempleo debido a malas políticas económicas del pasado. Es urgente, por el bien de los chilenos, que se implementen políticas y proyectos de ley en materia de inversión que realmente apunten a mejorar la conducción económica del país y que ayuden a superar estos graves problemas.
Ricardo Salman
Presidente de la
CchC de Chillán