Krishna González Rivera
Una preocupante situación se encuentra atravesando el agro ñublensino debido a los dos últimos grande sistemas frontales. Las cosechas de trigo y de avena han sido las más dañadas por la gran cantidad de agua caída, junto a las plantaciones de frutales por la excesiva humedad en las raíces.
"Con esto vamos a tener nuevamente, como el año pasado, posiblemente retrasos en las siembras de primavera de los cultivos tradicionales, como el trigo y avena. Ya se vienen las siembras de remolacha y achicoria, y con este tiempo que está, vamos a tener atrasos, y eso significa menores rendimientos, y menores rendimientos son menores ingresos, con un año agrícola, que en cuanto a precios de nuestros productos, no se ven muy auspiciosos. En el temporal anterior, en cuanto a frutales, hubo afectación grande, porque hubo demasiada agua, frutales nuevos que se vieron muy perjudicados, que incluso con desbordes de esteros se llevaron plantitas de fruta y de árboles", puntualizó Carlos González, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble.
"En este temporal, debemos precisar que los más perjudicados son los cultivos nuevos, las avenas nuevas, que se asfixian las raíces por exceso de humedad y los suelos se siguen pasando de agua, lo que significa que los trigos que se sembraban ahora en agosto, si no acaba esta agua, a lo mejor se podrán sembrar a fines de agosto, pero si sigue lloviendo vamos a pasar a septiembre", detalló.
Incertidumbre
"Lamentablemente, los agricultores y productores de diferentes tipos de especies, variedades y diferentes rubros relacionados a la agricultura, vivimos en mucha incertidumbre. Entonces, entre esas incertidumbres, la mayor es el clima y el clima estos últimos años nos ha dejado varias malas pasadas (…) nos ha costado muchos años poder recuperarnos. Para ser concreto, el temporal pasado yo perdí, por ejemplo, toda mi plantación de espárragos, me la llevo el río, la crecida y perdí 18 hectáreas de frutilla que también se las llevó el río agregó el agricultor Robinson Peña.
"No tenemos mucho que hacer, digamos, porque los compromisos financieros no esperan y también los mercados están un poquito flojos. El próximo año nos va a ir mejor, esperemos que así sea, porque este año igual ha estado bien complejo. Ha habido muchas lluvias intensas, muy concentrada. Han habido temperaturas demasiado bajas también. Yo no he podido plantar mi nueva frutilla, porque el tiempo no me deja. El tiempo está demasiado helado, está peligroso poner las plantas. No hallamos qué hacer", agregó.
Temores
Por otra parte, el agricultor Álvaro Gatica, expresó que uno de los mayores problemas para ellos ocurre cuando la siembra se acaba de llevar a cabo. "Afecta a los distintos cultivos tradicionales, me refiero a trigo, avena, porque van quedando bajo agua. Entonces hay un susto que lo más probable es que a lo mejor la semilla no pueda emerger. Y eso es un daño bastante irreparable, porque significa que hay que volver a sembrar con todos los costos que eso significa. Entonces, la verdad que es un tema complicado para algunos. En suelos más pesados, que significan con mucha arcilla, se acumuló mucha agua y eso se produce después de un daño en las raíces. En suelos arenosos no se acumula, entonces no hay problema, entonces es relativo".