Luego de guardar silencio por varios días, Marco Enríquez-Ominami, uno de los chilenos más cercanos al expresidente argentino Alberto Fernández, condenó las acciones del político trasandino. Y su reacción coincidió con el rechazo expresado por la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, a nombre de La Moneda.

En su cuenta de la red social X, el excandidato presidencial afirmó que "repudio todo acto de violencia a la mujer. Es inaceptable. La denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández es grave y dolorosa. Los conozco a ambos. Que la justicia hable y actúe con celeridad".

Enríquez-Ominami y Fernández son fundadores y líderes del Grupo de Puebla, la agrupación política y académica que está conformada por diversos rostros influyentes de la izquierda latinoamericana y europea.

Además Enríquez-Ominami afirmó en 2020 ser "fanático" de "su amigo", Fernández, a quien definió como "un gran presidente". En 2021 ME-O se declaró "íntimo" del exmandatario e incluso lo calificó como "el Mitterrand de América Latina, el presidente más importante en el plano interno y el internacional visto desde afuera".

Paralelamente a las palabras de ME-O, la ministra Vallejo afirmó que "esto es un hecho que ha escandalizado al mundo y también a nosotros. Esto es muy grave".

"Lo que hemos conocido todos a través de los medios de comunicación es una situación de violencia de género extrema que no solamente condenamos, sino que da cuenta de que la violencia de género no discrimina a espacios de poder y militancia", sostuvo la vocera de Gobierno.

Añadió que "no podríamos sino condenarlo y hacer un llamado a que con mayor razón reforcemos las políticas antidiscriminación y las políticas de promoción de los derechos de niñas, adolescentes y de mujeres, porque son parte de nuestra sociedad y porque tienen derechos, en todo nivel y en todos momentos".

La situación del expresidente de Argentina Alberto Fernández cada vez toma más características de una novela: luego de que su exesposa Fabiola Yáñez lo denunciara por violencia intrafamiliar y el político negara las agresiones, ella publicó fotos de las lesiones sufridas con moretones en varias partes de su cuerpo y cara. Esto generó una versión curiosa de parte del exmandatario, quien afirmó que se trató de marcas por un tratamiento estético "contra las arrugas", mientras que su exmujer ayer ser querellante en el caso y que se agraven los cargos.

El fin de semana este caso tuvo duros golpes con la publicación de las mencionadas imágenes de Yáñez llena de marcas, la revelación de videos del expresidente en la Casa Rosada bebiendo con la actriz Tamara Pettinato, ambos muy achispados, y una entrevista que la exprimera dama dio al sitio Infobae en el que acusó a Fernández, entre otras cosas, de retenerla a su lado con constantes amenazas de suicidarse.

En las últimas horas se conoció una versión que el político peronista dio al sitio El Cohete a la Luna, que pertenece al reconocido periodista trasandino Horacio Verbitsky, en el que apuntó a otro origen para los moretones de Yáñez, fuera de cualquier tema de violencia.

En el adelanto de una entrevista, que al cierre de esta edición no había sido publicada por completo por un compromiso de Fernández con el diario El País, que lo entrevistó con anterioridad, pero espera obtener la versión de Yáñez, el medio expone que el exmandatario afirmó que era "ella le pegaba a él durante las discusiones que admite frecuentes por el estado de salud de su esposa. Al defenderse él la tomaba de los brazos, lo cual explicaría los moretones".

Además, "el expresidente alega que el hematoma no se debe a un golpe, sino a un tratamiento estético contra las arrugas", citó el medio.

Siempre según Verbitsky, quien firma la nota periodística, Fernández asegura que conserva chats con la madre de Yáñez, en la que hablarían sobre la preocupación por el alcoholismo de ella, y "reitera en forma obsesiva varias preguntas: Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad para que tuviéramos un hijo? ¿Por qué no hay un solo testimonio de alguien a quien ella le hubiera contado del alegado maltrato? Viví 17 años con Marcela Luchetti (la madre de su hijo Tani) y 10 con Vilma Ibarra, y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido".

"Lesiones graves"

Mientras tanto en Madrid, donde está actualmente, Yáñez presentó junto con su abogada, Mariana Gallego, una denuncia de 20 páginas en la que pidió ser incluida en el caso como querellante y pidió que las imputaciones contra Fernández sean agravadas y en lugar de lesiones leves se le atribuyan "lesiones graves doblemente calificada por el vínculo y perpetrado en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad".

Según el escrito, los hechos denunciados por Yáñez se iniciaron en 2016, mucho antes de la campaña electoral que terminó con Alberto Fernández en la Casa Rosada. De acuerdo a lo que indicó, tuvieron lugar por primera vez en el departamento de Puerto Madero que Enrique "Pepe" Albistur le presta al expresidente y que continuaron en la quinta de Olivos, la residencia presidencial.

En el texto judicial también cuenta que el expresidente la indujo a interrumpir un embarazo antes de que él se convirtiera en candidato presidencial en 2019: "Hay que resolverlo, tenés que abortar", le dijo entonces.

Yañez también expuso que las conductas de su expareja eran una "habitualidad", lo que habrían producido "indudables secuelas de carácter psicológico". Incluso afirmó que el "hostigamiento" y "menosprecio constante" ocurrió incluso "en los últimos tiempos", mientras ella permanece en Madrid y Fernández en Buenos Aires.

Finalmente, arremetió contra la exministra de la Mujer Ayelén Mazzina, a quien acusa de no haberla apoyado cuando le contó lo que estaba pasando.