Acusado de drogar a esposa se asume culpable: "Soy violador, como todos los demás"
FRANCIA. Dominique Pelicot compareció por primera vez al tribunal. En tanto, la víctima declaró : "Nunca imaginé que pudiera violarme, no dudé de él en 50 años".
Efe
En el juicio en Aviñón que remece a Francia, Dominique Pelicot, un hombre acusado de drogar a su mujer durante casi diez años para ofrecerla a decenas de sujetos que también abusaban sexualmente de ella, reconoció ayer que él es un violador, tanto como el resto de los involucrados.
"Soy un violador, como todos los acusados en esta sala, que al venir conocían su estado", afirmó en referencia al hecho de que los otros hombres sabían que su mujer, Gisèle Pelicot, se encontraba en estado de inconsciencia a causa de los ansiolíticos que le daba.
Luego de iniciar su declaración entre sollozos, cuando recordó los abusos sexuales que sostiene haber sufrido a la edad de nueve años y la violación que presenció a cuando tenía 14, reconoció los hechos que se le imputan "en su totalidad".
"No se merecía esto", recalcó en referencia a su exmujer (el divorcio se formalizó en agosto) después de haber insistido en que los otros 50 hombres que se sientan en la sala del tribunal junto a él estaban al tanto de sus procedimientos y "no pueden decir lo contrario".
Cabe señalar que algunos de esos acusados afirman que no sabían que Gisèle Pelicot estaba inconsciente, bajo efecto de pastillas, cuando tenían relaciones con ella, y pensaban que todo formaba parte de las fantasías sexuales que compartía la pareja, y que por tanto había consentimiento de los dos.
Pelicot, se mostró avergonzado por su comportamiento en la vista, en presencia de Gisèle Pelicot: "Lo he arruinado todo y lo he perdido todo. Tengo que pagar", y destacó que tenía "la familia ideal, pero yo no lo era" .
"No dudé en 50 años"
Ella sostuvo por su parte, en una reacción a esta primera declaración de Dominique Pelicot, que en los 50 años que vivió con su marido no pudo imaginarse que la violara, que no dudó de él "ni un solo segundo", y que tenía confianza.
"Durante 50 años, viví con un hombre del que no imaginaba que pudiera cometer estos actos de violación. Él es consciente de esos actos de violación, pero yo no dudé de este hombre ni un solo segundo. Tenía plena confianza en él".
Asimismo, añadió que "durante 50 años amé a este hombre, pese a algunas fases" y que tenía tal confianza en él que le habrían podido cortar las dos manos por creer lo que le decía.
El principal acusado señaló que si bien "nunca consideré a mi mujer como un objeto, desgraciadamente los vídeos muestran lo contrario".
Tras ser detenido en septiembre de 2020 por grabar bajo las faldas a unas mujeres en un supermercado de la ciudad de Carpentras, los investigadores que hicieron un registro en su casa encontraron en un disco duro cientos de vídeos y fotos que él había tomado durante las sesiones de abusos sexuales de su mujer drogada a las que invitó a decenas de hombres.
Esos vídeos y esas fotos son los que han permitido identificar a algo más de medio centenar de hombres, de los cuales 49 están siendo juzgados en este proceso que comenzó el 2 de septiembre, y en el que cada uno de ellos podría ser condenado a 20 años de cárcel por violación agravada.
El imputado recordó que "gracias a esos vídeos se ha podido dar con quien participó" y lanzó entonces una mirada a los otros acusados. Señaló que los guardaba, precisamente, para tener un registro de esos participantes, por el placer de contemplarlos y por "vicio".
Tras suspensión
Dominique Pelicot hizo esta primera declaración, que se había pospuesto desde hace una semana por su enfermedad, y que había conducido a la suspensión de las sesiones del juicio el pasado viernes y el lunes.
Un equipo de dos médicos que lo examinó a petición del presidente del Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, Roger Arata, dictaminó que el principal acusado estaba en condiciones de acudir al juicio ayer, pero con una serie de adaptaciones.
Por una parte, con pausas de 15 a 20 minutos cada 90 minutos de declaración, y por otra con un asiento adaptado, en particular con un cojín, ya que, según su abogada, Béatrice Zavarro, al principal acusado se le encontró una piedra en la vejiga y sufre una infección renal.