Elecciones
Estamos ad portas de una nueva elección en nuestro país, donde tendremos la oportunidad de elegir alcaldes, concejales, gobernadores y cores.
Como cada periodo de elecciones, las propuestas y promesas abundan por los semáforos, calles y avenidas de las diferentes comunas.
Asimismo, las batallas de descalificación entre candidatos, ya sean oficialistas y opositores al gobierno de turno, buscan sea como sea encontrar algún "detalle o mancha" que haga que el prestigio del oponente sea vea afectado o mermado frente a los electores. Finalmente, ellos se adueñan de nuestras decisiones.
Tenemos una tremenda oportunidad de elegir en conciencia, de elegir a candidatos que cuenten con una profesión o la experiencia necesaria que nos permita pensar que estamos entregando bien nuestro voto.
Sin desmerecer a quienes no han tenido la oportunidad de sacar una carrera profesional o técnica, pero que con esfuerzo han llegado lejos en la vida, ¿sabemos qué han estudiado o qué experiencia laboral poseen los candidatos de nuestras comunas? ¿Tenemos acceso a conocer su trayectoria en el sector público o en el ámbito privado?
Da la idea de que, nuevamente, estamos ciegos frente a esta clase de antecedentes y que, una vez más, los cupos para acceder a estos puestos públicos son entregados a dedo dentro de los partidos de cada sector.
Sería bueno conocer más detalles del Currículum Vitae de cada uno de los postulantes o que alguna vez estos procesos de elecciones sean como son en el sector privado, donde se postula, se debe cumplir un mínimo de requisitos según el cargo y que así existan oportunidades para todos y sólo no para algunos.
El próximo 26 y 27 de octubre tenemos una gran oportunidad para elegir… pero bien.
Francisco González Pizarro
Que la informalidad laboral no se haga costumbre
Lo peor que le podría pasar a Chile es que el empleo informal lentamente se empiece a constituir en la "nueva normalidad" de nuestro mercado laboral. Hoy involucra a más de 2,5 millones de chilenos - un tercio de los ocupados - por lo que hacerle frente debe ser uno de los desafíos más apremiantes de nuestra sociedad.
La informalidad no sólo está asociada a desprotección social, sino también a salarios más precarios, mayor riesgo de caer en la pobreza, menor estabilidad económica financiera y menor recaudación de impuestos.
Podemos afirmar con orgullo que en nuestro sector metalúrgico metalmecánico no existe la informalidad laboral. ¿La clave para recuperar la formalidad? Políticas públicas focalizadas, como aumentar los incentivos para contratos a mayores de 50 años; opciones menos burocráticas de formalización; estímulos tributarios, de financiamiento, o vinculados a I+D para quienes concreten empleos formales; rediseñar el sistema de indemnizaciones por despido; ligar el pago de la PGU a incentivos a la cotización y mayor fiscalización y sanción para el empleo informal.
El tiempo de actuar es ahora. No esperemos a que la informalidad se haga costumbre.
Fernando García L., presidente Asimet
Competencia y ambición
Adam Smith decía que en la competencia, la ambición individual sirve al bien común. ¿Cómo podemos relacionar esto con el sistema de pensiones chileno que el ranking CFA Mercer acaba de ubicar en la novena posición mundial? En Chile, el diseño del sistema sólo castiga a la AFP que renta menos que el promedio, pero no premia a la que lo supera. Es decir, no se alimenta la ambición individual en el aspecto más importante para los afiliados: la rentabilidad.
Algunos países europeos como Polonia, Estonia y Eslovaquia han avanzado por la senda de implementar comisiones por rendimiento. Es decir, se premia a las administradoras que destacan en su rentabilidad. Este tipo de comisiones, o incluso las comisiones por saldo, junto con la implementación de índices de referencia y la modernización del régimen de inversión, podrían revertir esta situación y estimular la innovación. En un contexto internacional desafiante, hay que evaluar todas las alternativas que puedan mejorar las pensiones de los afiliados.
Matías Vargas Vera