Llegar a la Paes con confianza
La Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) se acerca, y con ella, llegan tanto las emociones como los nervios. En esta recta final, es crucial priorizar calidad sobre cantidad. No intentar abarcar todo lo que no estudiaste en cuatro años; en cambio, distribuye tu tiempo para repasar solo lo esencial.
El descanso es tu mejor aliado. Estudiar sin pausas puede ser agotador y poco efectivo. Dedica momentos a desconectar, respirar profundo y relajarte. Una mente tranquila rinde mejor que una saturada. Además, confía en ti mismo. Visualizar tu éxito no es un cliché, es una técnica que fortalece la seguridad.
Llegar preparado no es solo saber mucho, sino también estar mental y emocionalmente listo. Enfócate en lo aprendido, respira y confía: el esfuerzo que has puesto en este proceso dará frutos.
Natalia Cortés, Coordinadora Unidad de Apoyo al Aprendizaje UACh
Chile, país de la excesiva permisibilidad
En mi ya cercanos 75 años de edad he observado que nuestro país es un "paraíso" de la permisibilidad para muchos. Permisibilidad que, en muchos de los casos, causa serios daños al resto de nuestra ciudadanía.
1.- Industria Farmacéutica: se le permite cobrar en Chile hasta diez y más veces precios superiores incluso que en la Unión Europea, en cientos de medicamentos esenciales para nuestra población enferma.
2.- Con autoridades sanitarias que poseen un poder omnipotente, que manipulan normas sanitarias, creando grandes "barreras sanitarias" que cada vez más, impiden una mejor competencia interna y con ello obligar a las empresas farmacéuticas que abusan, a bajar los elevados precios de sus fármacos.
3.- Estas mismas autoridades sanitarias hacen "vista gorda" con la venta de medicamentos en la vía pública, venta ilegal que amenaza seriamente la salud de millones de personas.
4.- Chile un paraíso, único país del mundo, donde delitos económicos graves, se sancionan con "clases de ética".
5.- Somos un país donde millones de personas trabajan en forma independiente, con ingresos muchas veces superiores al común de los trabajadores asalariados que tributan en nuestro país, quienes además subsidian de alguna forma con sus impuestos, a los millones de "independientes" que no aportan impuestos, salvo con el IVA de sus compras. Sin embargo, estos "independientes" se cuelgan de todo y cuánto beneficio pueden obtener.
5.- Negocios que día a día prosperan y mucho, todo gracias a los subsidios que reciben de sus propios clientes. Me refiero a la práctica de miles de restaurantes (y ahora extendida aún sin fin de rubros), donde sus dueños, que pagan bajos salarios bases y donde sus trabajadores deben depender de la propina, práctica que ni siquiera es obligatoria en Chile, con la cual mejoran los escuálidos ingresos fijados por empresarios gastronómicos que día a día "engordan" más sus billeteras, en base a un subsidio indirecto, pagado por todos los chilenos que utilizamos sus servicios.
Todas estas prácticas permisivas están lejos de la inocencia o la desidia de las autoridades.
Daniel Zapata Zapata
Menos gasto, más desregulación
En medio de la discusión sobre el presupuesto 2025, hay algo que siempre ha destacado en Chile: el aumento constante del gasto público. Mientras tanto, al otro lado de la cordillera, desde que Javier Milei asumió la presidencia en Argentina, ha reducido de 18 a 9 los ministerios de su gobierno, eliminando un total de 11, pero creando 2, entre los cuales sobresale el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. De la mano de esta cartera, el gobierno trasandino ha conseguido reducir el gasto fiscal hasta en un 30% interanual, eliminar 43 leyes que entorpecían la libre competencia y disminuir la inflación mensual de un máximo del 25% en diciembre de 2023 a un 2,7% en octubre de 2024.
Es imperativo que Chile tome la senda económica de la libertad, promoviendo el emprendimiento, la inversión extranjera, la eliminación de la burocracia, la disminución del gasto público y la desregulación. No se deben seguir celebrando aumentos artificiales de inversión pública que solo engañan a los ciudadanos, quienes hoy más que nunca desean volver a sentir que el dinero conseguido con tanto esfuerzo realmente tiene valor.
Tomás Ojeda , Fundación
para el Progreso