"Mi próximo disco es como un diario de vida. Dejé mi alma y mi corazón"
Javiera Palta Olmos
Un vuelco en 180 grados quiso realizar la cantante chilena Camila Moreno en una nueva era musical que describe como más íntima que en otras ocasiones. Y es que la artista, luego del éxito de "Rey" (2021) cargado de electrónica y pop, decidió apostar por la música acústica, o más "al desnudo", como ella misma lo describe.
Prueba de ello es "Vapor", el segundo vistazo de lo que será su próximo disco. Y es que a lo largo de la canción, la artista se encuentra acompañada de una guitarra acústica, además de unas leves intervenciones de otros instrumentos.
"Es una canción que pretende eso. Quisimos dejarla así, desnuda. Igual el disco en general viene así, un poco desnudo. Creo que hay una constante que tiene que ver con la vulnerabilidad, con la intimidad, con la crudeza que me importaba mantener. Y claro, en "Vapor" solamente hay guitarra, voz, piano y en un momento entra un bajo que casi es imperceptible", afirma en conversación con este medio.
Específicamente, asegura que la decisión fue para dejar el tema "como si fuese una historia que le estoy contando a un amigo o algo que está pasando en el living de mi casa. Así como algo que solamente se cuenta en intimidad".
"Esta canción nace con varias otras del disco en un periodo en que me puse a componer mucho, que me encerré a componer", dice, explicando que en "Vapor", lo que quiso es retratar cómo se ve el amor bajo los ojos de alguien con depresión.
"A mí me diagnosticaron depresión hace como dos o tres años. Y la pasé súper, súper, súper mal. Yo no soy una persona que tenga depresión en la vida. Es la primera vez que experimento algo así y fue horrible. Por suerte ya logré tratarme y logré salir de eso. Pero en ese momento me costaba ver cualquier cosa positiva en mi vida; me costaba ver la luz. Mi pareja fue un sostén súper fuerte en ese momento: me soportó y me sostuvo hasta el final. Se quedó conmigo. Entonces la canción habla un poco de querer salir de ese encierro y cómo es el anhelo de la transformación gracias a que estás recibiendo amor desde afuera", explica.
En esa línea, apunta que, pese a la tristeza que tiene el trasfondo, ve este adelanto como una canción "luminosa". "Es una canción de amor y en general yo no hago canciones de amor, yo hago canciones de desamor. Entonces esta canción es una canción luminosa igual. En general mis canciones son más bien oscuras, de desamor, tienen más tristeza. Esta canción tiene harta melancolía por el estado en el que yo estaba, pero también tiene ese anhelo, ese ruego de querer salir de esa oscuridad. También es un poco una canción de gracias a mi pareja", comenta.
A continuación y siguiendo sobre esa idea, apunta que "mucha gente me ha mandado relatos en redes sociales donde me han contado que sus parejas los abandonan en este estado, ¿cachai? Son personas que tienen depresión y sus parejas se van, porque no pueden soportar a una persona que esté tan mal".
Tras eso, Moreno se toma un leve respiro. "El arte tiene para mí un factor sanador igual. No necesariamente tiene que ser así, pero cuando escucho canciones que son terribles o que son oscuras o canciones que me conmueven finalmente, como que me acompañan y me sanan. (...) Este disco en general es un disco muy desnudo, es como un diario de vida. Entonces es un disco donde yo dejé mi alma y mi corazón así como estaba, no tengo nada que ocultar, aquí está todo lo que viví los últimos dos o tres años", adelanta.
Otro vistazo de lo que será su disco fue "Fuga", de la que la artista menciona: "Creo que en estas dos canciones hay un poco un resumen de lo que podría ser el disco a nivel de sonoridad. "Fuga" está como con más banda, más vestida y "Vapor" es más desnuda. Entonces es como de esos dos mundos, un poco más banda y otras canciones que son más desnudas. Más acústicas".
De todas formas, Moreno le quiso seguir sumando desafíos a lo que será su disco, asegurando que cada una de las canciones tendrá su propio videoclip, donde, además, afirma que "todos los videos son en plano secuencia".
"Mi próximo disco lo produje con Adán Jodorowsky, que es un productor mexicano. Me fui a México a producir casi por un mes y medio, encerrada todos los días en el estudio sin parar. (...) Nos pusimos una pizarra de reglas. Una regla era, por ejemplo, que no quería nada electrónico, a diferencia de mi disco anterior. Quisiera hacer como lo opuesto, volver a algo totalmente análogo, orgánico. Es un disco que se pasea entre sonoridades como los Beatles, Bon Iver. Hay algunas cosas, algunas canciones que podría recordar quizás a Congreso, no por la cantidad de instrumentos, sino que es la forma de componer quizás. Y en especial, es un disco que es un diario de vida. Es súper desnudo, es crudo, es íntimo", describe.
En el cierre, confiesa que "cada vez que voy a sacar una canción me siento súper vulnerable porque son como momentos, cosas que yo siento y que están plasmadas. Es muy confesional. Mucho más quizás que otros discos, muy de mi cotidiano".
""Vapor" tiene harta melancolía, por el estado en el que estaba, pero también tiene el anhelo de salir de la oscuridad".
"Me diagnosticaron depresión hace unos dos o tres años (...) Es la primera vez que lo viví, fue horrible".