El presidente sirio Bashar Assad huyó ayer a Moscú, informaron medios rusos, horas después de un sorprendente avance rebelde que tomó la capital de Damasco y puso fin a los 50 años de férreo gobierno de la familia Assad.
"Asad llegó junto a los miembros de su familia a Moscú. Rusia, partiendo de criterios de carácter humanitario, le ofreció asilo", informó una fuente del Kremlin a las agencias locales.
Según la agencia RIA, Moscú había recibido garantías de los insurgentes sirios sobre la seguridad de bases militares y puestos diplomáticos rusos en Siria.
De acuerdo con estos informes, Assad dejó su país temprano ayer, y los sirios repletaron las calles al son de disparos de celebración tras un sorprendente avance rebelde que alcanzó la capital, poniendo fin a medio siglo de gobierno. Los súbitos eventos plantearon preguntas sobre el futuro del país. Rusia ha solicitado una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la situación en Siria, publicó en Telegram Dmitry Polyansky, primer representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU.
Multitudes jubilosas se reunieron en plazas en Damasco, ondeando la bandera revolucionaria siria en escenas que recordaban los primeros días de la Primavera Árabe, antes de la brutal represión y el surgimiento de una insurgencia que sumió al país en guerra civil 14 años.
Otros saquearon eufóricos el palacio presidencial y la residencia luego que Assad y otros altos funcionarios desaparecieran.
Al-golani
Abu Mohammed al-Golani, un excomandante de Al-Qaeda que rompió lazos con el grupo hace años y dice abrazar el pluralismo y la tolerancia religiosa, lidera la mayor facción rebelde y está listo para trazar el futuro del país.
En su primera aparición pública desde que los combatientes entraron en los suburbios de Damasco el sábado, al-Golani visitó la gran Mezquita de los Omeyas y calificó la caída de Assad como "una victoria para la nación islámica". Llamándose por su nombre de pila, Ahmad al-Sharaa, y no por su nombre de guerra, dijo que Assad había convertido a Siria "en una granja para la codicia de Irán".
Los rebeldes enfrentan la desalentadora tarea de sanar las amargas divisiones en un país devastado por la guerra y aún dividido entre facciones armadas. Los combatientes de la oposición respaldados por Turquía están luchando contra las fuerzas kurdas aliadas de EE.UU. en el norte, y el grupo Estado Islámico sigue activo en áreas remotas.
La televisión estatal siria difundió un comunicado rebelde ayer diciendo que Assad había sido derrocado y todos los prisioneros habían sido liberados. Llamaron a la gente a preservar las instituciones del "Estado sirio libre". Luego, los rebeldes anunciaron toque de queda en Damasco de 16:00 a 5:00 horas.
Los rebeldes dijeron que liberaron a detenidos en la prisión de Saydnaya, donde grupos de DD.HH. dicen que miles fueron torturados y asesinados.
Transición ordenada
Los avances rebeldes desde el 27 de noviembre fueron los más grandes en años recientes, y vieron caer las ciudades de Alepo, Hama y Homs en días mientras el ejército sirio se desvanecía. Rusia, Irán y el grupo militante Hezbolá del Líbano, que proporcionaron un apoyo crucial a Assad en la sublevación, lo abandonaron mientras se tambaleaban por otros conflictos.
El fin del gobierno de Assad fue un golpe importante para Irán y sus aliados, ya debilitados por el conflicto con Israel. Irán, que lo había respaldado fuerte en la guerra civil, dijo que los sirios deberían decidir su futuro "sin intervención extranjera destructiva y coercitiva". La embajada iraní en Damasco fue saqueada después de haber sido aparentemente abandonada.