Vanessa carye, la mariposa que emigra de Chile a Venezuela, en una travesía poco conocida
LARGO VIAJE. Este insecto, que tiene un linaje evolutivo que data de hace unos 60 millones de años, realiza un trayecto que parece imposible de más de 15.000 kilómetros, sorteado climas extremos y depredadores.
Ignacio Arriagada M.
Chile, con su gran diversidad geográfica, goza de una amplia biodiversidad silvestre, donde el grupo con mayor cantidad de especies son los insectos, con más de 10.000 ejemplares. Es difícil creer, y más aún imaginar, que en esa abundante mezcla exista una mariposa, conocida científicamente como Vannesa carye, que alcanza el tamaño de dos monedas de 100 pesos juntas, capaz de emprender un extenso viaje en solitario a Venezuela y retornar a Tierra del Fuego, sorteando depredadores y extremas condiciones climáticas.
"Sin duda, el mito sobre que las mariposas son frágiles es falso, puesto que son realmente poderosas y fuertes. La capacidad de vuelo (de Vanessa carye) es impresionante, ya que es capaz de mantener un proceso aerodinámico que soporta fuertes vientos, que vuela largas distancias, cruzando, por ejemplo, la Cordillera de Los Andes y el Desierto de Atacama, que es el más árido del mundo", explica a este medio el Dr. Hugo Benítez, investigador del Laboratorio de Ecología y Morfometría Evolutiva, del Centro de Investigación de Estudios Avanzados de la Universidad Católica del Maule (UCM), quien ha estudiado, junto a otros colegas, la asombrosa capacidad de la popularmente conocida como "mariposa de la tarde" o "mariposa colorada".
La Vanessa carye pertenece a la familia Nymphalidas, que se caracteriza por su tamaño mediano, el color rojo anaranjado de sus alas y por habitar los países del cordón Andino, como Ecuador, Colombia, Perú y Argentina. En Chile, este insecto se distribuye desde Arica a Cabo de Hornos, e incluso en el Archipiélago de Juan Fernández y en la Isla de Pascua.
Semejante a varios lepidópteros, este insecto experimenta una metamorfosis completa, pasando por la fase de huevo, larva, pupa y adulto.
Su linaje evolutivo parte en América durante el período del Cretácico medio, a partir de ancestros nocturnos herbívoros. "Su diversificación estuvo estrechamente ligada a la expansión de las plantas con flores, inicialmente alimentándose de Fabaceae (las famosas plantas leguminosas, como las lentejas). No obstante, Vanessa es un poco más nueva. Ella es de la familia Nymphalidae, cuyo origen, según nuestros estudios, data de hace unos 60 millones de años", describe Benítez.
Una odisea
Ninguna persona creería que, con sus diminutos 45 milímetros y aspecto frágil, la mariposa de la tarde emprende un viaje por los aires de más de 15.000 kilómetros, soportando altas y bajas temperaturas y alcanzando altitudes de 5.200 metros.
Detrás de esta particular hazaña, por cierto, se alza, además de un patrón de adaptación excepcional de este insecto, una razón migratoria que ha sido uno de los grandes misterios para la ciencia, pero que, poco a poco, ha levantado hipótesis.
"Si bien el propósito de este viaje aún no está muy claro, creemos que tiene que ver con aspectos de navegación, con la disponibilidad de recursos, como son las plantas hospedadoras para sus larvas y fuentes de néctar para su alimentación", plantea el investigador de la Universidad Católica del Maule.
Determinar el trayecto que emplea Vanessa carye para llegar a su destino ha sido otro de los grandes desafíos para el Dr. Benítez. No obstante, admite han valido la pena los siete años de indagación, puesto que esta temática lo ha conducido a explorar las amenazas y climas adversos a los que se enfrenta la mariposa.
Junto al investigador Amado Villalobos Leiva, Benítez ha establecido la ruta migratoria mediante observaciones de campo, registros de avistamientos y análisis de patrones climáticos y geográficos. Esto reveló dos vías principales: "Una a través de los Andes, donde aprovecha corrientes de aire en altitudes elevadas, y otra a lo largo de la costa chilena, con condiciones más estables. Además, evaluamos su fisiología y capacidad de vuelo, confirmando su habilidad para cruzar grandes distancias y adaptarse a condiciones extremas".
"Estaríamos ante una de las migraciones más largas de una mariposa en el mundo", añade el especialista del Laboratorio de Ecología y Morfometría Evolutiva, del Centro de Investigación de Estudios Avanzados de la UCM.
En comparación con otras especies migratorias, como la mariposa monarca, que viaja en grandes grupos, Vanessa carye es conocida como una migratoria solitaria. Esto no significa que no se agrupe eventualmente, pero no depende de la protección térmica o aerodinámica que ofrecen los enjambres. En realidad, su habilidad para realizar este tipo de viajes individualmente es una característica distintiva del género Vanessa.
"Esta independencia es posible gracias a su capacidad de regular su metabolismo y mantener su adaptación biológica a lo largo del trayecto. Así, no necesita del calor proporcionado por otras mariposas en masa para sobrevivir a las bajas temperaturas o los fuertes vientos", indica el experto.